La nueva metodología para el cálculo del PIB nos trae buenas
noticias. No pasa lo mismo con las cifras de Ingreso Nacional
Como lo mencionamos en una entrada anterior el DANE ha cambiado el año base para el cálculo de las cuentas
nacionales. Es un ejercicio que periódicamente debe realizar la autoridad
estadística de cualquier país.
Al comparar los nuevos datos con los que se habían publicado
anteriormente, se encuentran cosas interesantes. El nuevo valor del PIB de
Colombia, a precios corrientes (es decir, sin descontar el efecto de la
inflación) fue con la metodología anterior de $912 billones para el año 2017.
Con la nueva es de $928 billones. El PIB per cápita (dividiendo por los 49,2
millones proyectados por el DANE) para el mismo año fue de 18,5 millones con la
antigua metodología. Con la nueva fue de 18,8 millones. Es decir, somos en
promedio 1,7% más ricos.
De acuerdo con el anuncio del nuevo director del DANE, con el 96,7% de los hogares escrutados en el Censo de
Población apenas llegábamos a 41,3 millones. Suponiendo que el número de personas
por hogar siga siendo el mismo en los faltantes, llegaríamos a los 42,8
millones. En este caso el PIB per cápita del año pasado hubiera sido de 21,8
billones. Con dos cambios estadísticos, nos
hemos enriquecido en un 18% (¿lo sintió usted?).
Para quienes nos gusta trabajar con estas cifras, lo
anterior nos crea una dificultad. ¿Cómo hacer compatible las nuevas
metodologías, y los nuevos datos de población para armar series históricas coherentes?
Hoy ello es imposible. EL DANE debe producir lo que se llama una “retropolación”
de los datos de las cuentas nacionales, es decir utilizar la nueva metodología,
hasta donde ello sea posible, hacia
atrás. Hoy en día por ejemplo, no se encuentra
en la página de nuestra entidad estadística una serie de población compatible a
partir del año 1950. Ojalá haga este ejercicio rápidamente, y
sobre todo, con una alta calidad técnica.
En otra entrada escrita hace dos años, llamábamos la atención sobre la ausencia, en las estadísticas oficiales,
del concepto de ingreso nacional disponible, por lo menos tan importante como
el del PIB. Este concepto mide el poder de compra de los ingresos
que por cualquier naturaleza reciban las personas residentes en el país. No
tiene por qué coincidir esta cifra con el PIB, por varias razones:
- En primer
lugar, una parte del PIB corresponde a ingresos, no de personas residentes en
el Colombia, sino en otro país. Es el caso de las utilidades de las empresas
extranjeras. También los intereses que es necesario girar por concepto de la
deuda externa, sea privada o pública. Esto se compensa con la utilidades o
intereses recibidos desde el exterior, pero como puede imaginarse el lector, el
monto pagado es en Colombia superior al recibido. Del PIB es necesario entonces
restar los “ingresos netos de factores del exterior (pagados menos recibidos)”.
En el año 2017, por ejemplo, estos ingresos netos fueron negativos en US$24 mil
millones, o 44 billones de pesos. Se restan del PIB. - Por otra parte, las personas residentes en Colombia recibimos transferencias del resto del mundo. En su gran mayoría, corresponden a las remesas de los colombianos que trabajan en el exterior. El monto neto recibido el año pasado por este concepto el año anterior fue de US$5900 millones (17 billones de pesos). Se suman al PIB.
- Hasta ahora, estamos hablando de ingresos calculados a los precios del año 2015. Pero hay que tener en cuenta que los precios de los productos que exportamos o que importamos cambian. Por ejemplo, el año pasado los precios de nuestros productos exportados (especialmente petróleo y otros minerales) subieron un 18%. Pero aún con esa recuperación esos precios eran inferiores en un 41% al que se registró en el 2013. Los precios de los productos importados son más estables. Se produjo entonces desde ese año lo que se denomina un “deterioro en los términos de intercambio” que hizo caer el ingreso real de los habitantes de Colombia, en términos de su capacidad de compra.
El gráfico adjunto muestra el comportamiento del ingreso
nacional, después de tener en cuenta estos ajustes.
Fuente: Calculado a partir de datos del DANE (PIB) y del Banco de la República (términos de intercambio, balanza de pagos y tasas de cambio promedio).
Medido en términos per cápita (gráfico adjunto) como es de
esperarse, la historia es más triste. El colombiano promedio fue en el 2017 un
2% más pobre que en el 2016 y un 4% que en el 2014.
Fuente: Calculado a partir de datos del DANE (PIB y población ) y del Banco de la República (términos de intercambio, balanza de pagos y tasas de cambio promedio).
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