El Ingreso nacional disponible es diferente al
PIB. Mide la capacidad de consumo o de ahorro de los residentes en Colombia. No
ha evolucionado favorablemente en los últimos trimestres
Normalmente, el indicador del crecimiento de la economía al
que todos estamos acostumbrados es el del Producto Interno Bruto (PIB), definido como el resultado de la actividad
productiva de los agentes económicos residentes en el país. Pero en
la metodología de las cuentas nacionales también existe un indicador de máxima
importancia, es el ingreso nacional disponible (IND), que es la suma de dinero
que los agentes económicos residentes en un país reciben durante un período de tiempo, por ejemplo, un
año. Esa suma la pueden destinar al consumo o al ahorro.
¿Cuál es la diferencia entre estos dos conceptos? Podemos
ilustrarlo con un ejemplo: si el valor agregado de una empresa (la diferencie
entre el valor de sus ventas y las materias primas e insumos que compró) durante
un año son $1000 millones, esa misma suma es la contribución al PIB del país. Con ella se pagaron, supongamos,
$700 millones en salarios, y le quedaron al empresario $300 millones en
utilidades. Ahora bien, si esa empresa
no es de nacionales sino de una persona que no reside en Colombia, los $300
millones de utilidades no quedan en los
bolsillos de residentes en Colombia. Sería necesario restarlos para calcular el IND
del país
Las utilidades de empresas extranjeras que operan en
Colombia, los intereses de la deuda externa pública o privada, y las sumas que las empresas que operan en
Colombia deban pagar a trabajadores o consultores no residentes en Colombia se
deberían restar entonces del PIB. Obviamente, si hay empresas colombianas que
obtiene ganancias de sus filiales en el exterior, colombianos que obtienen intereses por
inversiones en el resto del mundo, o trabajadores residentes en Colombia
que son remunerados por trabajos hechos
a empresas no residentes, esos ingresos se sumarían. El resultado de estas operaciones se denomina
ingresos primarios netos del exterior y es necesario sumar o restar estas sumas al PIB
para obtener el IND.
Pero hay otras transacciones que es necesario considerar:
son las remesas que envían a sus familiares los trabajadores colombianos que
viven en otros países. Esos ingresos no hacen parte del PIB colombiano, sino que se originan en el
PIB de Estados Unidos, de España, o de cualquier país en el que estas personas estén
trabajando. Deben sumarse para obtener
el IND.
Además de todo lo anterior, es necesario tener en cuenta
otro fenómeno: el comportamiento de los precios de los productos exportados o
importados por Colombia. Si la producción de petróleo en Colombia tanto en el 2014
como en el 2015 es de un millón de barriles diarios, el PIB real petrolero
siguió siendo el mismo, independiente de lo que hayan pasado con los precios de
este mineral. Recordemos que el PIB real lo calcula el DANE buscando aislar el
efecto de los precios de los bienes y servicios producidos, para logra un indicador
de las cantidades producidas.
Pero si el precio promedio en el 2014 del barril exportado
era de UD$93 dólares, y en el 2015 (por lo menos hasta ahora) es de US$54, es claro que ello se debe reflejar en las
cuentas nacionales del país. Pero no lo hacen en el Producto Interno Bruto: se
reflejan en el Ingreso Nacional Disponible. Lo que normalmente se hace es
restar del PIB real el efecto calculado de la ganancia o pérdida de los términos de intercambio del país, que es
la relación entre el precio de los productos exportados y de los importados. La
capacidad adquisitiva de los residentes en Colombia mejorará o empeorará según
se comporte este indicador. Este efecto
se sumará o restará, según el caso, para obtener el IND.
Ahora miremos lo que está pasando en Colombia. El PIB real
de Colombia creció el año pasado, según las cuentas del DANE, un 4,6% anual. Pero al restar el saldo neto negativo
de los ingresos netos del exterior (US$25 mil millones), el saldo positivo de
las remesas de los trabajadores colombianos en el exterior (y otras transferencias
internacionales) de US$4358 millones [1]
y un pequeño deterior en los términos de intercambio con el exterior (este
índice pasó de 129 a 118, es necesario recordar que la caída en los precios del
petróleo se presentó a partir del segundo semestre), el ingreso nacional
disponible en términos reales, creció, según mis cuentas, solo el 2,8% en el
2014.
Pero el panorama al mirar las cifras por trimestres resulta
más preocupante, como se ilustra en el gráfico adjunto. En el cuarto trimestre
del año anterior el IND cayó un 0.4% y en el primer trimestre de este año en un
2,2%.
El problema es que el crecimiento en la demanda interna de
la economía está ligado precisamente a este indicador. Si la demanda cae, las
empresas venden menos en el mercado interno, lo cual a su vez jalonaría hacia abajo el PIB. Solo si se presenta un
incremento en la demanda externa (es decir, en las exportaciones), podría
contrarrestarse esta situación. Pero hasta ahora, no es eso lo que está pasando,
según las cifras iniciales de la balanza de pagos del país
Nota: las cifras en las que me he apoyado para hacer estos
cálculos son las del DANE (PIB nominal y PIB real), y Banco de la República
(índice de términos de intercambio, balanza de pagos y tasas de cambio promedio). La metodología y los
cálculos están disponibles para quien los solicite.
[1]
Todas estas cuentas se han traducido a pesos reales del 2005, para hacerlos
comparables con el PIB real del 2013.
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