Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2008

Archivo

Mostrar más

La crisis de las pirámides (III) ¿hay mico en la reforma financiera?

Como lo ha registrado la prensa en los últimos días, hubo un posible intento por parte de DMG por intervenir mediante lobby en la discusión del proyecto de reforma financiera. Sin que haya podido establecerse con precisión quién fue su proponente (lo cual habla muy mal del sistema de actas del Congreso de la República, fundamental en los procesos de rendición de cuentas y de evaluación de la labor de los parlamentarios), en el proyecto aparece el siguiente artículo: “Artículo 79. Tarjetas prepago. La adquisición anticipada de bienes y servicios mediante instrumentos como tarjetas prepagadas, estará sujeta al régimen tributario correspondiente a la adquisición de los respectivos productos y servicios, así como a la regulación que para el efecto establezca el Gobierno Nacional, la cual deberá contemplar las reglas sobre el retorno o acumulación de los servicios o bienes no utilizados y un esquema de supervisión que corresponderá a la respectiva superintendencia que vigile la actividad o

La crisis de las pirámides (II)

Voy a referirme a algunos de los comentarios suscitados por mi anterior entrada . Mi amigo Guillermo Torres hace una muy útil reflexión sociológica. Es posible que mucha gente, aún conciente del riesgo que significaba invertir recursos en un esquema tan claramente vulnerable, realizó una apuesta en la que creyó que siempre saldría ganando: si todo sale bien me gano una rentabilidad importante; si DMG quiebra le reclamaré al Estado, al que le puedo echar la culpa de mi decisión. Eso en economía se llama riesgo moral. Para evitar situaciones futuras parecidas, el Gobierno debe aplicar de manera estricta las normas sobre liquidación de empresas, y no debe compensar a los ahorradores incautos sino con la proporción que le corresponda sobre los activos de la empresa. Hablar de preferencias para ciertos estratos, o de créditos “ágiles y asequibles para los colombianos que resultaron afectados”, como lo ha anunciado el presidente Uribe ( ver aquí ), no es sino otra manera en la cual se busca

La crisis de las pirámides. ¿Se hubiera podido evitar?

La Superintendencia Financiera cambió de manera importante la manera de enfrentarse con los captadores ilegales de dinero. Ello pudo haber incidido en el tamaño de la crisis de las pirámides. El tema del momento es necesariamente la crisis de las pirámides. Ello me obliga a dejar de lado el desarrollo del tema de las huelgas en el sector público, que les había prometido a los lectores de este blog. Lo primero que se han preguntado muchos comentaristas es si las autoridades económicas hubieran podido hacer algo por evitar la proliferación de las pirámides y por frenar a tiempo su desarrollo. Otra pregunta: ¿por qué surgieron precisamente en estos momentos? Para responder a lo anterior me he dedicado a examinar las resoluciones de años anteriores de la extinta Superintendencia Bancaria y a compararlas con las expedidas recientemente. Tarea difícil, puesto que la página web de la Superintendencia Financiera no tiene un motor de búsqueda, ni un índice que señale el contenido de las diferen

¿Son útiles las huelgas? (II) El caso del sector público

Recordemos algunos puntos de partida que señalamos en nuestra entrada anterior: las huelgas en general tienen la utilidad de que su amenaza puede forzar a las partes a adelantar una negociación responsable, a condición que ellas asuman los costos de la interrupción temporal en el contrato de trabajo. Los patronos sufren las consecuencias de la disminución en la producción, y los trabajadores no reciben remuneración. Del principio de que las partes en la negociación son quienes deben asumir la mayor parte de los costos de una huelga no puede concluirse que no puede haber costos ( o externalidades negativas, para decirlo en término de economistas) para terceros. Aun una huelga en un sector competido de la economía puede traducirse en elevación temporal de precios para los consumidores, y en la disminución en su capacidad de escogencia. Es decir, es claro que el “excedente de los consumidores habrá disminuido”. También habrá costos para los proveedores de la empresa en huelga. El product