El índice Big Mac, ¿Cómo se ha comportado en Colombia? Algunas aclaraciones
En días pasados, se suscitó una polémica cuando algunos medios de comunicación,
basándose en un artículo de
la Revista The Economist, sobre su
cálculo del índice Big Mac, afirmaron
equivocadamente que el peso colombiano se había devaluado un 43,5% , lo que
la hacía la moneda más devaluada en América
Latina. En una entrevista
radial en Blue Radio, tuve la oportunidad de hacer algunas precisiones
sobre esta noticia. Me propongo profundizar un poco más en ese tema.
Es necesario recordar qué es lo que mide ese índice. La teoría de la paridad de poder de compra (PPP
por sus siglas en inglés) parte del principio de que los precios de los bienes
transables (es decir, aquellos que pueden ser objeto del comercio exterior) deberían
tender a igualarse en todo el mundo, bien a través del comercio exterior, o de
movimientos de las tasas de cambio.
Pongamos un ejemplo hipotético de dos países: Panazuela y Coluguay, en este
cuadro
En Panazuela, una canasta familiar típica cuesta un millón de pesos (moneda local del país) y en el segundo dos millones de escudos (esa es su moneda local). Un dólar cuesta en Panazuela mil pesos , y 1800 escudos en Cologuay. Al pasar a dólares, los valores de las respectivas canastas son de US$1000 y US$1.111. Es decir, Cologuay es más caro
Si suponemos que no existen barreras al comercio, y un mercado libre de dólares
en ambos países, se van a producir los siguientes procesos:
a)
Al
ser un país más barato, Panazuela tiene posibilidad de exportarle bienes a Cologuay.
Sus habitantes no querrán importar bienes de Cologuay, puesto que son más caros.
La situación inversa se presenta en Cologuay: es un país más caro. Por lo tanto
tendrá dificultad para exportar y sus habitantes preferirán comprar bienes de
Panazuela.
b)
Como
resultado de lo anterior, la balanza comercial de Panazuela tenderá a ser
positiva y la de Cologuay negativa.
c)
Los
dólares en Panazuela serán más abundantes, y comenzarán a ser más escasos en
Cologuay. Se presentará una tendencia hacia la revaluación del peso en el primer país y de devaluación del
escudo en el segundo.
d)
Paralelamente,
al aumentar las exportaciones de Panazuela (y disminuir sus importaciones) se
reduce la oferta interna de los bienes que componen la canasta familiar. El costo
de ésta tenderá a subir. Lo contrario sucede en Cologuay: los precios tenderán
a bajar.
e)
Estos
dos fenómenos, movimientos en los precios del dólar y de la canasta familiar en ambos países continuarán hasta que se llegue a un
equilibrio, en el cual las precios de las canastas familiares sean iguales. Serán
los precios y las tasas de cambio de equilibrio.
Surgen sin embargo un problema: las canastas familiares son distintas en cada
país, por gustos, disponibilidad de productos, etc. Para remediar este problema, la revista The Economist en 1986 recurrió a una solución ingeniosa. Era necesario escoger un bien que tuviera las mismas características
en todo el mundo. Llegó a la conclusión de que el candidato ideal era la hamburguesa
Big Mac, producida por McDonald’s. En efecto, los estándares sobre los ingredientes
utilizados (salvo en la India, donde no se puede consumir carne de res), y sobre
la manera de prepararla y de empacarla son iguales en todo el mundo. Desde ese año los corresponsales de la revista recogen los
precios en moneda local de la hamburguesa en los diferentes países. Al dividir
el precioen Estados Unidos por el
precio en moneda nacional de cada país, se obtienen la tasas de cambio implícita,
es decir, aquella que iguala el precio en ambos países. Si se compara esta tasa
con el precio del dólar en moneda nacional de cada país, se puede saber si la moneda
nacional está sobrevalorada (los bienes son más caros allí) o subvaluada (son
más baratos). Se podría esperar que las monedas sobrevaloradas tiendan a
devaluarse y las subvaluadas a sobrevalorarse, para que se cumplan los postulados
de la teoría de la paridad del poder de compra.
¿Cómo estamos hoy en Colombia? El precio de la BigMac (la acabo de
averiguar directamente en un restaurante) está en $12,950, mientras que en Estados
Unidos, según The Economist, está en US$5,81. Por lo tanto la tasa de cambio
que igualaría el precio en los dos países sería $2.228,92. A esa la llamamos la tasa implícita. Pero la Representativa
del Mercado, pesos/dólar esta hoy en $3917,53. (fuente, Superintendencia
Financiera). El peso colombiano estaría subvalorado entonces en 43,1%. Los medios que dijeron que se había devaluado
el peso en esa magnitud, confundieron un estado (subvaluación) con un
movimiento en el tiempo (devaluación). No es lo mismo decir, “te has enflaquecido”,
que “estás flaco”.
Desde el año 2002, he seguido con regularidad el comportamiento de la tasa implícita
con la representativa del mercado. La evolución se puede ver en este gráfico
Fuente: Con datos de revista The Economist, Superintendencia Financiera y averiguación
personal (precios en Bogotá).
Como se puede observar, hasta 2014 los movimiento en la tasa implícita
anticipaban, más o menos correctamente, los de la tasa representativa. A partir
de allí, se ha presentado una importante devaluación del peso, que no ha estado
acompañada de un alza en la implícita. Mientras
que desde septiembre de 2014 hasta la fecha el peso se ha devaluado un 98%, la
BigMac solo ha aumentado su precio en un 45%.
¿Cuál es la explicación de este fenómeno? Lanzo una hipótesis para
discusión. Para ello, es necesario recordar algunos conceptos básicos sobre el
comportamiento de los precios en diversas estructuras de mercado. Si existe competencia
perfecta, los precios tienden a ser iguales a los costos de producción (entre
esos costos se incluye el del capital invertido). El vendedor que cobre un
precio superior no podrá vender. El que venda por debajo incurrirá en pérdidas.
Pero si existe una estructura de mercado distinta, como el monopolio o el oligopolio
, el vendedor encontrará que puede cobrar un margen (mark up, como dicen los
expertos en mercadeo) por encima de los costos de producción. Cómo determinarlo
es complejo, pues supone anticipar si los consumidores van o no a reducir la
cantidad comprada y en cuánto. Es decir, es necesario calcular lo que en
economía se llama “elasticidad-precio de la demanda”. Si sube el precio, gana más por unidad vendida,
pero al mismo tiempo puede estar vendiendo menos productos. El vendedor debe entonces
calcular un precio que maximice su utilidad total.
¿Qué pasaba con McDonald’s en Colombia? Durante mucho tiempo, operaba en un
mercado parecido al del oligopolio. Cuando llegó esta multinacional al país, era una
novedad. Había grandes colas en los restaurantes. Se podía cobrar un “mark up” alto.
Hoy en día, ha aumentado la competencia en el mercado de comidas rápidas. McDonald’s
no puede obtener los mismos márgenes sobre el costo de producción que tenía en
el pasado. El consumidor se ha beneficiado. A pesar de que la carne de res ha
subido en los últimos doce meses, según el DANE, un 34,8%, y el trigo y sus derivados
un 19,5%, el precio de la BigMac solo ha aumentado un 8,8%. ¿Necesitamos más ejemplos para comprender las
virtudes de la competencia?
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