
En entradas anteriores he venido publicando mis comentarios sobre la evolución del índice Big Mac para Colombia. Utilizando la metodología desarrollada por la revista The Economist desde 1985, se trata de comparar el precio de una hamburguesa Big Mac en el país (en pesos) con el del mismo producto en USA (en dólares). La tasa de cambio pesos por dólar así obtenida (tasa implícita) se compara con la de representativa del mercado, publicada por la Superintendencia Financiera, y a partir de allí se puede calcular si la moneda colombiana está sobrevaluada (TRM pesos por dólar, inferior a la tasa implícita), o subvaluada (caso contrario).
Entre Agosto y hoy ha pasado algo extraño. El precio de la Big Mac en Colombia subió de $7000 a $8200 (un 17%), pese a que el índice general de precios al consumidor descendió en el mismo período un 0,2%. ¿Qué llevó a la multinacional Mac Donald’s a subir en tamaño proporción los precios de este bien? (no tengo claro si fue un alza generalizada en sus productos o se concentró en la Big Mac).
Una posible explicación, proporcionada por una alumna de mi curso de MBA, es le de que, dada la revaluación, la filial en Colombia se estaría quedando corta en lograr el cumplimiento de sus presupuestos de ventas y utilidades, que normalmente se calculan en dólares. Al revaluarse la moneda, los ingresos en dólares caen. Para aproximarse al cumplimiento de los presupuestos no habría mas remedio que subir los preciso Pero la reacción de la empresa suscita interrogantes. El índice Big Mac supone que el precio está relacionado con los costos de producción, en la medida en que esperaríamos que la comida rápida se comportara como un mercado de competencia perfecta. Esto quiere decir que si una empresa decide aumentar autónomamente los precios, con el propósito de mejorar sus márgenes, la abundancia de bienes sustitutos (Presto, El Corral, etc para el caso analizado), le haría perder participación en el mercado. Si Mac Donald’s Colombia puede mejorar sus indicadores simplemente aumentando sus precios, los supuestos sobre los que se basó la revista The Economist para escoger esta mercancía como emblema de la teoría de la paridad del poder de compra no podrían aplicarse. Quiero dejar planteada esta paradoja, y que los lectores sugieran sus hipótesis sobre ella.
El hecho es que la tasa implícita en el mes de Noviembre es de $2297, frente a una tasa representativa del mercado de $1974,50. Quiere ello decir que el peso está sobrevalorado en un 14%. Deberíamos entonces normalmente esperar una devaluación de ese monto. El problema es que no es posible saber cuándo se produzca.
Por otra parte, en el mes de Agosto pasado la Unión de Bancos Suizos publicó
su informe sobre precios e ingresos correspondiente al año 2009. Uno de los indicadores que utiliza esta publicación para medir el comportamiento de los precios y de los salarios en diferentes ciudades del mundo es precisamente el derivado de hacerse la pregunta: ¿Cuántos minutos necesita un trabajador promedio en cada ciudad para ganar lo suficiente para adquirir una hamburguesa Big Mac? Las respuestas para algunas de estas ciudades están en el cuadro adjunto, conjuntamente con los datos obtenidos en los años 2006 y 2003.
Como se ve, dados los salarios y precios en Colombia, un trabajador bogotano necesita trabajar 58 minutos para ganar los ingresos que le permitan adquirir una Big Mac, cuatro veces más que alguien de Nueva York, cinco veces más que su colega de Tokio, y dos veces más que el de Madrid.
En los anteriores informes de UBS, Bogotá se situaba entre las ciudades en las cuales esa mercancía era más inalcanzable para los trabajadores: se necesitaba más de noventa minutos de trabajo para adquirirla. Dos hechos se han producido en Colombia. En el 2003 el salario neto (es decir sin tener en cuenta los impuestos a la nónima y las contribuciones a la seguridad social) por hora, calculado por UBS, era en Bogotá de US1,90, y pasó a ser de US3,40 en el 2009 ( es decir, un incremento del 80%). Según mis cálculos, un 52% de ese incremento puede explicarse por la revaluación del peso (que aumenta el valor en dólares del salario) que fue entre mediados de 2003 y del 2009 de un 23%. El otro 47% debería poder explicarse por el incremento en los salarios reales entre la muestra de profesiones seleccionada por UBS.
Como lo reconocen sus autores1 , los datos de UBS no pretender ser representativos de los salarios de un país. Su tabla de ingresos y salarios cubre 14 profesiones en total, y el objetivo es lograr esa comparación entre profesiones formales (gerentes, ingenieros, operadores de sistemas, etc) alrededor del mundo.
Ello me ha llevado a proponer un indicador distinto: cuántos minutos necesita un trabajador colombiano que gane el salario mínimo para comprar una Big Mac? En el año 2006, el salario mínimo por minuto era de $28,30 y el precio de la hamburguesa era de $6900 (este último dato lo tomo de registros personales). Es decir, se necesitaban 243 minutos de trabajo. Hoy en día, con un salario por minuto de $34,50 se necesitan 237 minutos, es decir cuatro veces màs que el "trabajador típico" bogotano reportado por el informe de la UBS. Ahora bien, en términos de la capacidad adquisitiva de hamburguesas Big Mac, la mejora del salario real para una persona que gane el mínimo, ha sido en Colombia del 2,4% en esos años.
1- UBS. Prices and earnings, 2009. A comparison of purchasing power around the globe. Pag 26.
Comentarios
Saludos, Doppiafila
Si la filial en Colombia vende una Big Mac en COP$7000 con una tasa de cambio de COP$2200/USD, la venta es de USD$3.18.
Al revaluarse la moneda a COP$1900/USD la venta de la Big Mac al mismo precio en pesos se incrementa en dólares a USD$3.68 (Un aumento de USD$0.5 por cada BIG Mac). Lo mismo ocurre con la utilidad por unidad, que también aumenta en dolares en la medida que se revalue el peso.
La explicación debe ser otra.
Pero claro está que las preferencias por un Big Mac no son las mismas. En los Estados Unidos, un Big Mac es equivalente a un "corrientazo" en Colombia. Los colombianos pagan 7.000 pesos por ese almuerzo. Cuando van a McDonald's es como si fueran a Red Lobster. No hay comparación. Los colombianos se le arrodillan a los productos estadounidenses y los admiran con impresionante devoción.
Pues claro que el peso parece sobrevaluado cuando los colombianos están dispuestos a pagar $12000 pesos por la misma hamburguesa, y aun mas, porque en los Estados Unidos se las dan con gaseosa ilimitada. Aquí solo un vasito. Es que ellos son tan gomosos de ese país!