
Algunos lectores de esta página me han solicitado que presente un análisis actualizado del Indice Big Mac, que presentamos en nuestra entrada del 23 de Marzo.
Recordemos de qué se trata este índice, creado por la Revista The Economist en 1986. Al comparar el precio en dólares de una mercancía homogénea, la hamburguesa Big Mac, producida por Mc Donald’s, se busca saber si una moneda está sobre o subvaluada, es decir si puede preverse, en condiciones normales o una devaluación o una revaluación de la misma. Es una aplicación de la teoría de la paridad del poder de compra, que señala que las tasas de cambio juegan un papel importante en la tendencia hacia la igualación de los precios de los bienes transables (aquellos que son o pueden ser objeto de comercio internacional). Un país en el cual los precios (medidos por una canasta de bienes) son más baratos frente a los de su socio comercial, tendría una moneda con tendencia a revaluarse. La revaluación, recordémoslo, tiene como consecuencia encarecer los precios de los bienes transables en moneda internacional. De manera inversa, un país cuyos precios sean más caros tendería a devaluarse.
Dado lo anterior, si, por ejemplo, tomamos el precio de la hamburguesa en Estados Unidos (medido en dólares) y lo dividimos por su precio en Colombia (medido en pesos), obtenemos una tasa de cambio entre las dos monedas, el peso y el dólar, a la que llamaremos tasa implícita. Esa tasa igualaría el precio de la hamburguesa en los dos países. Al comparar esa tasa con la que se está presentando efectivamente en el mercado, podemos saber si una moneda (en este caso el peso) está sobrevalorada o subvalorada. En el primer caso, lo que podría esperarse es que se presente una devaluación del peso; en el segundo caso, una revaluación.
Yo estoy calculando desde hace varios años esta tasa implícita, a partir del valor de la hamburguesa en Colombia (lo consigo llamando por teléfono), del valor de la hamburguesa en Estados Unidos, proporcionado por The Economist. Esta tasa se compara con la representativa del mercado, proporcionada por la Superintendencia Financiera. Los resultados están en el gráfico adjunto.
En marzo mencionábamos que, a partir de estos datos, el peso colombiano estaba subvaluado en un 18%. Debería esperarse entonces una revaluación. Es lo que efectivamente ha ocurrido.
En su edición del 16 de Julio, The Economist publicó
su última actualización del índice, y, de manera extraordinaria, porque no es lo normal en la revista, publicó los datos sobre Colombia. En ese momento, la tasa representativa del mercado (pesos por dólar) se situaba en $2096, mientras que la tasa implícita estaba en $1961. Por estos datos, es posible concluir que la revista estaba trabajando con las cifras del principios de Julio (3 de Julio, más exactamente). En ese momento, el peso colombiano estaba subvaluado en un 6%. Durante el mes de Julio, se continuó avanzando hacia la tasa implícita. Hoy (2 de Agosto), la subvaluación es solo del 4%. La tasa de cambio que iguale el precio de la Big Mac en los dos países es de $1960. Podría esperarse entonces que la revaluación del peso siga su curso.
Insisto en otra advertencia que había hecho: este análisis solo permite detectar tendencias a largo plazo, no sirve para predecir los movimientos de corto plazo, que pueden estar influenciados por fenómenos tales como el comportamiento de la balanza de capitales del país (especialmente inversión extranjera y endeudamiento del gobierno), y las expectativas del comercio exterior con nuestros vecinos. De todas maneras, si deciden apostar los lectores sobre el movimiento del dólar a partir de estos datos, buena suerte.
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